El mago abre un paquete de galletas y se come una. Luego, toma otra y le da un mordisco.
Los espectadores pueden ver claramente la galleta con un gran trozo mordido.
El mago sopla sobre la galleta y al instante y de manera visible la hace volver a estar completa.
• ¡Llévalo siempre contigo y asombra a jóvenes y mayores!
• El efecto no requiere una mesa, por lo que es perfecto para la magia ambulante.