El ejecutante entrega la mitad de una baraja de cartas a un espectador y se queda con la otra mitad. Le da la espalda al espectador y le pide que elija libremente cualquier carta entre las cartas que le han dado, la recuerde y luego la deslice hacia atrás en cualquier lugar entre las cartas del mago. Una vez hecho esto, el mago se gira de nuevo y, sin ningún movimiento sospechoso, ¡nombra la carta del espectador!
• Fácil de hacer y de gran impacto en cualquier tipo de público.
• La baraja tamaño póquer aprovecha un sistema muy ingenioso.